Opinión

Insistir en la narrativa del miedo

Por Mario A. Medina

En el mundo, como en México, “el concepto de Derecha está asociado más a la intolerancia, al conservadurismo, a la desigualdad”.

En el análisis “La Derecha en el México moderno: propuesta de caracterización”, se define “El concepto Derecha en sí mismo constituye una forma de pensar y de actuar, (…) comprende el deseo de la estabilidad sobre el deseo del cambio”; sus acciones “generen cierta desigualdad que igualdad, al promover y defender hechos que benefician a un reducido grupo de individuos”.

De una u otra manera cuando observamos a contra luz la radiografía de la derecha en nuestro país, y no estoy hablando sólo de partidos políticos conservadores o empresarios, sino también, desde luego, de una clase social que pretende “justificar la conservación del estatus de las relaciones sociales-políticas-económicas” a fin de hacer prevalecer el beneficio social-político-económico de una minoría sobre el de la mayoría. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16162013000200005

La derecha mexicana, con la llegada del gobierno de AMLO perdió prerrogativas de las que en el pasado fue beneficiario. Es una historia que ya conocemos: el no pago de impuestos, beneficios político-económicos que le permitieron amasar groseras fortunas e impunidad; ahí está el “cártel de las medicinas”; no olvidar que desde el Congreso se aprobaron leyes que beneficiaron a empresas nacionales y extranjeras; las minas, la electricidad, por ejemplo.

A pocos meses del cambio de gobierno, la preocupación de este sector, es más que evidente, pero saben que su propósito de volver al pasado de privilegios está “peor que en chino”; aunque siguen obstinados en generar una narrativa en contra del proyecto de gobierno de la Cuarta Transformación; apuestan a que la población haya olvidado sus “travesuras” pasadas.

La derecha ha acudido a la receta Alazraky: “Mentir, mentir y mentir”. Esta fórmula es muy común entre los “asesores” de los llamados “Cuartos de Guerra” o de las consejas de Washington para hacer a un lado a gobiernos que le son incómodos. Los ejemplos son muchos. Allí está el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende en Chile en 1971, o el derrocamiento al hondureño Manuel Zelaya en 2009, por mencionar solo dos casos.

Han acudido al llamado “golpe blando”, donde uno de los instrumentos no es el uso de la fuerza, sino de un discurso, desde los medios de comunicación y redes sociales, para generar la idea del “desastre”.

Durante estos casi seis años del gobierno morenista, hemos observado varias acciones en el marco de un “golpe blando”. Aun desde antes, se ensayó hasta el cansancio, a partir de aquella afirmación: “López Obrador, un peligro para México” y de que el país correría la misma suerte que el pueblo venezolano, que la economía iría al naufragio, que el peso se cotizaría por arriba de los 25 pesos y muchas alarmas más para infundir miedo.

Nada de esto ocurrió. Igual se llegó a asegurar que “López” iba a “desaparecer las garantías individuales, las garantías constitucionales” y que estaba impidiendo la libertad de escribir, la libertad de expresión; que se iba a perpetrar en poder. Otra forma de infundir más miedo.

Esta ha sido la narrativa mentirosa en estos seis años de la derecha mexicana, que al final del sexenio no encontró la fórmula para convencer a una población que hoy, de una u otra manera, está más y mejor informada, y no sólo a través de las “mañaneras” de AMLO o mediante las redes sociales de grupos simpatizantes de su gobierno.

También ha sido bombardeada por los medios tradicionales claramente opuestos a la 4T, lo que le ha permitido a la ciudadanía contrastar.

Pero no ha tenido eco, menos éxito, su narrativa. Es muy poco creíble, por el contrario se le desdeña.

En estos últimos días la derecha está llevando a cabo un esfuerzo para acusar “putrefacción” en el administración, cuando pretenden posicionar la frase: “el gobierno más corrupto de la historia”, pero su propósito no está teniendo el efecto que buscan.

Desde el Poder Judicial, a través de una denuncia supuestamente “anónima”, se acusa al ministro en retiro, Arturo Zaldívar, de presionar a jueces, ministros y magistrados, para favorecer fallos al gobierno.

No se puede descartar que pudo haber habido estos presuntos actos de corrupción del Poder Judicial de la Federación, que por cierto cuando se denunciaron en el pasado, los que hoy acusan con dedo flamígero antes callaron.

Sin embargo, el documento de marras, tiene un “tono de chisme”, sin pruebas, sin argumentos, y que por la marca que deja, todo apunta a que se redactó desde el misma Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que encabeza la ministra Norma Piña, para golpetear políticamente a un integrante del equipo de campaña de Claudia Sheinbaum.

Otro caso tiene que ver con la reforma a las pensiones. En estos días hemos escuchado hasta el cansancio: “el gobierno de Morena te quiere robar tu pensión”. El asunto tiene que ver con que las instituciones financieras que manejan las Afores, van a dejar de recibir miles de millones de pesos por esta reforma.

Según el diario El Economista, del 11 febrero pasado, durante el 2023 los trabajadores con una cuenta de ahorro para el retiro pagaron a las Afores 30 mil 327 millones de pesos por la administración de su dinero que acumulan para su pensión.

A decir de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), “de enero a diciembre del año pasado las 10 Afores que operan en México registraron ingresos por comisión, 7% superior a lo reportado en 2022 cuando se percibieron 28 mil 327 millones de pesos”.

He aquí el meollo del asunto. El fondo es generar, a partir de infundir miedo, desconfianza, sospecha, duda, como cuando desde TV Azteca se afirma que va a haber una expropiación de las cuentas. El problema es que no podrán ya “jinetear” esos dineros, amén de que buscan con información tramposa, manipulada, que la población se arrepienta y se cambie el rumbo actual del país. Una cosa es cierta, su narrativa del miedo fracasó.

Que no le cuenten…

¿Se acuerdan cuando se alarmaba, al inicio del sexenio, de que la economía con AMLO sería un desastre?

Algunas voces durante la 87 edición de la Convención Nacional Bancaria en Acapulco: Grupo Financiero Banorte: “La estabilidad ha sido fundamental para que las inversiones sigan llegando al país”.

BBV: La banca se encuentra en buenas condiciones porque está creciendo el crédito, la economía sube porque hay desarrollo para todos los sectores.

Santander: “La economía del país crecerá alrededor de 2.4%; incluso podrá ser más alta por toda la inversión que está llegando a México”.

Julio Carranza, presidente de la AMB: “…nos dan la oportunidad de seguir invirtiendo en México; tenemos reglas claras, éstas no han cambiado, eso lo gradecemos al gobierno, porque hubo el compromiso y se cumplió”.