La “camorra” azul
Por Mario A. Medina
Quienes viajaban en el viejo transporte de la ciudad, cuando el camión marchaba repleto, los ladrones se aprovechaban de esa circunstancia para sacarles la cartera a los pasajeros. El robo lo cometían en grupo. Cuando algún pasajero se percataba, entonces los ladrones buscaban confundirlo. Uno de ellos gritaba: “¡Al ladrón!, ¡al ladrón!”, indicándole que el cuatrero ya se había bajado, “¡mire va corriendo”!, y la víctima, confundida, bajaba de la unidad, pero evidentemente, los cleptómanos seguían en el vehículo.
Lo mismo está haciendo el Partido Acción Nacional (PAN). Lo acompañan el PRI y el PRD, sus pendencieros con quienes trabaja en alianza, y como aquellos ladrones gritonean: “¡Si nos tocan a uno, nos tocan a todos!”. Una frase machista, valentonada, muy de los agrestes que la usan para amedrentar a sus contrincantes cuando se saben culpables.
Como los panistas, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, salió también a arropar al alcalde en Benito Juárez, Santiago Taboada y a sus antecesores: “Cuentan con nuestro apoyo, con nuestro respaldo”.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de la México(FGJCDMX) ha señalado que tiene elementos de prueba “posiblemente relacionados con una red de corrupción que se conoce como el “cártel inmobiliario” en la alcaldía de Benito Juárez, donde podría estar involucrado el mismo Taboada, varios ex delegados y ex funcionarios.
El presidente nacional del PAN, Marko, el gris, Cortés, Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Romero, coordinador parlamentario panista en San Lázaro e igual que Taboada, como aquellos “raterillos” de la línea “Colonias Urbanas”, hacen uso de la misma maniobra y gritan para distraer la atención, para hacerse las víctimas y que la población los vea como perseguidos políticos.
El “Cártel Inmobiliario” en Benito Juárez fue bautizado así por vecinos de la alcaldía, porque el grupo de funcionarios y ex funcionarios están acusados de favorecer a empresas del sector inmobiliario, a cambio de departamentos o pagos en efectivo y por violar varios reglamentos de construcción.
Entre los involucrados están exdelegados y ex alcaldes de esa demarcación: Germán de la Garza Estrada (2006-2009), Mario Alberto Palacios Acosta (2009-2012), Jorge Romero Herrera (2012-2015) y (2015-2018). Este último recientemente fue detenido cuando pretendió, disfrazado de migrante, huir por la frontera norte del país.
Han sido vinculados a proceso de igual manera otros ex funcionarios de esa alcaldía acusados de ser cómplices de esos actos de corrupción. Se encuentran también quienes han ocupado el cargo de director general jurídico y de gobierno: Luis “N”, entre 2009 y 2016 y Nicias “N”, ex titular de Obras.
Es claro que la autoridad, en este caso la FGJCDMX, es quien debe presentar las acusaciones, pero estás se configuran no por capricho de un funcionario. Las acusaciones que existen en contra de todos ellos han partido de imputaciones de vecinos. “El Cártel Inmobiliario de la Benito Juárez” comenzó a ser investigada en agosto de 2021 tras registrarse una explosión en un inmueble ubicado en Avenida Coyoacán.
Las mismos edificios son en concreto el mejor ejemplo de sus transas, construcciones de más niveles a los permitidos por la ley. Otorgaban autorizaciones y licencias, incluso extorsionaban a empresarios. Estos ex servidores públicos “establecieron un sistema de intercambio de favores con constructoras y desarrollos inmobiliarios”, los han acusado.
El pasado miércoles, panistas, priístas y perredistas salieron a dar una conferencia de prensa para “encubrir” a Santiago Taboada y mandar un mensaje que los tres partidos están unidos y que entre ellos se defenderán sin importar el grado de corrupción en el que estén metidos unos y otros.
No debemos olvidar que el mismo el exjefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera (2012-2018), hoy senador de la República por el PRD, lo mismo que Raymundo Collins, quien fuera su titular de la Secretaría de Vivienda, han sido señalados de ser parte de ese “cártel inmobiliario”.
Como aquellos carteristas del “Colonias Urbanas”, “personajes” de los tres partidos unidos en la alianza “Va por México”, pretenden mostrarse “bien machitos”, entrones, amenazantes. Taboada busca distraer la atención de sus actos de corrupción cuando afirma que es objeto de una persecución política en su contra por parte de la fiscal capitalina, Ernestina Godoy y del vocero Ulises Lara.
Lo mismo hace Jorge Romero cuando en tono pendenciero, le reclama a Ulises Lara: “Métete con nosotros, no te metas con las mujeres”, en alusión a que Sofía Soraya Von Roehrich, fue vinculada a proceso por varios actos de corrupción y lavado el dinero a través de empresas de papel dedicadas a otra cosa, como si el asunto fuera un pleito callejero.
Los panistas pretenden llevar un argumento jurídico al terreno del “charrascas”. Por eso afilan su “chafarote” en la banqueta y retan: “Saca el tuyo y ¿a ver quién escupe primero?
Por eso es importante recordar la entrevista que Denisse Merker le hizo a Jorge Romero cuando éste buscó convencer a la periodista; una y otra vez él le dijo que no se podía hacerse responsable de los actos de corrupción de su director jurídico, Luis Vizcaino, que no sabía de sus ilegalidades.
Merker le reviró cuando le reclamó que no podía deshacerse de la responsabilidad de haber nombrado y mantener a alguien en un cargo a quien públicamente los vecinos lo acusaban por sus infracciones: “Tú, tú lo escogiste como tu director jurídico; está señalado por eso, dime ¿cuál es tu responsabilidad de haber nombrado a esa persona y no hayas sido capaz de detectarlo”?
Romero, tratando de quitarse culpas le dijo a la titular de Atando Cabos que las imputaciones contra Luis Vizcaíno “son por sus actos personales, no por sus acciones de gobierno”, y aunque aceptó haberse equivocado al nombrarlo, insistió una y otra vez que nunca se enteró de la pestilente corrupción de su gente.
Efectivamente como acusó Merker a Jorge Romero, los actos de corrupción en la Benito Juárez se practicaron amparados, protegidos por el cargo de su director jurídico, y es por eso que actúan como la “camorra” al estilo de las mafias napolitanas de Italia, como una organización criminal mafiosa que se aprovecha de sus cargos públicos para hacer grandes negocios personales y de grupo.
¿Qué buscan panistas, priístas y perredistas? ¿Qué pretenden al salir “unidos” frente a la prensa? ¿Qué intentan al querer descalificar a la fiscal Godoy o al vocero Lara? Insisto, tratan de crear un discurso que los haga ver como inocentes, como víctimas porque, hacen cuentas, creen que la Jefatura de Gobierno en el 2024 la tiene ganada, pero en sus “adentros” se saben perdidos.
Que no le cuenten…
Al 31 de diciembre del 2022, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) ubicaron en el portal desarrollosirregulares.cdmx.gob.mx, 129 inmuebles donde se registraron 262 pisos excedentes de los cuales 259 están en la alcaldía gobernada por el PAN. Sólo tres reportes se documentaron fuera de Benito Juárez: uno en Álvaro Obregón y dos en Miguel Hidalgo.