“Agáchese” presidente
Por Nacho Ramírez
Busco en el diccionario el significado de “conservadurismo”: “Doctrina política que defiende el mantenimiento del sistema de valores políticos, sociales y morales tradicionales y se opone a reformas o cambios radicales en la sociedad”. También: “Actitud de defensa de la tradición y rechazo de las reformas en una materia o disciplina”.
En los últimos días hemos podido ver algunas posiciones de políticos, periodistas y analistas, en tormo a la solicitud de los legisladores estadunidenses, Dan Creenshaw y Michael Waltz para que el Ejército de EU entre a nuestro país a combatir a los a los cárteles de la droga.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó a esa provocación, y advirtió que su gobierno “nunca” permitirá que el Ejército de Estados Unidos intervenga en nuestro país para combatir cárteles del narcotráfico.
Afirmó que legisladores y funcionarios estadunidenses, no han hecho nada para combatir el uso y distribución del fentanilo, y que se les hace fácil culpar a México de manera injustificada, posición que acusó de “politiquería ehipocresía”.
A la acción de los legisladores estadunidenses aunque sea una “simple” iniciativa o propuesta, como se le quiera llamar, implicaba dar obligatoriamente una respuesta puntual del jefe del Ejecutivo mexicano. Su silencio o que hubiera desmerecido, minimizado el llamado de los republicanos, le hubiera resultado, con justa razón, una ola de críticas y descalificaciones.
López Obrador no se calló, y todavía este miércoles se refirió a la “ineficiencia” de la agencia de Administración de Control de Drogas de EU (DEA) para combatir el narcotráfico en el vecino país del norte.
Preguntó: “¿Cómo le vamos a dejar a la DEA el manejo de la seguridad en México, si han demostrado que no pueden? O,¿ha habido buenos resultados en Estados Unidos en cuanto al combate a la droga?” Su respuesta fue un rotundo: “No”, seguido de “nosotros sí estamos avanzando”.
Sin bien es entendible que haya posiciones contrarias a la asumida por el presidente, es interesante observar que, de manera particular, desde el Senado, un grupo de legisladores, incluido Ricardo Monreal hayan llamado al López Obrador a “serenarse, ser prudente” y a no “armar conflictos artificiales con Estados Unidos por una supuesta invasión de tropas de ese país a territorio mexicano”.
Sí, efectivamente como señala Monreal, no hay ninguna posibilidad de que Estados Unidos nos invada porque “ni siquiera hay condiciones, como ha señalado la portavoz del gobierno de Joe Biden, pero esto no quita que el gobierno de México, asuma una posición firme frente a este tipo de provocaciones que en la historia entre los dos países ha habido muchas de parte de ellos, particularmente de los republicanos que nos siguen viendo como su patio trasero.
Por cierto, y a propósito del 85 aniversario de la industriapetrolera por parte del presidente Lázaro Cárdenas, en aquel momento hubo segmentos de la derecha mexicana financiada por las empresas que se vieron afectadas por la decisión del general, que se pusieron del lado de esos intereses, por lo que exigían a Cárdenas, no enfrentarse con esas empresas, respetarlas y a no entrar en conflictos que, según éstos, traerían al país serios problemas para México.
El llamado de Monreal y de los senadores de oposición de “mantener la prudencia y ser tolerantes” para no generar una reacción inconveniente para nadie” y no hacer caso de la propuesta de legisladores republicanos para no alterar la relación, suena a un conservadurismo rancio, timorato, y que en política internacional, la derecha de este país pretende se siga aplicando una doctrina conservadora, tradicional, disciplinada y penosamente agachona.