Curiosidades

Habrá Luna de Sangre la noche del domingo

El próximo 15 de mayo se presentará un eclipse total de Luna, que entrará en la sombra de la Tierra a partir de las 20:30 horas y saldrá a las 6:51 de la mañana del día siguiente, explicó la investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, Julieta Fierro Gossman.

La totalidad, es decir, cuando la Luna esté completamente obscurecida será de las 22:30 a las 23:54, aunque será difícil observarlo completamente porque este mes es la época de lluvias. Recordemos que los antiguos mexicas iniciaban el año el 12 de mayo, que era cuando empezaba la temporada de precipitaciones pluviales y preparaban las tierras para cultivarlas. 

Este fenómeno se produce cuando la Luna pasa por la sombra de la Tierra, y esta, como todos los objetos del Sistema Solar, va con su sombra pegada. Cuando el satélite natural pasa por esta, que es muy grande, se produce el eclipse, que dura horas. 

Todos los objetos extendidos como nuestro mundo producen varias sombras. “Si yo ilumino mi cabeza con una lámpara y después con otra, tengo dos sombras”, dijo. 

De esta manera, nuestro planeta genera una tenue (umbra) y una más intensa (penumbra); donde coinciden las dos, el objeto es más obscuro, explicó la divulgadora de la ciencia.

Cuando la Luna transita por la umbra, una parte se ve eclipsada, pero al hacerlo por la penumbra se aprecia casi totalmente oscura, porque la luz del Sol atraviesa la atmósfera de la Tierra y se proyecta sobre esta. De hecho, no desaparece totalmente, sino que se ve roja. 

En la antigüedad era importante estudiar los eclipses. La sombra de la Tierra redonda fue una forma de identificar que es esférica, algo que sabían griegos y babilonios. 

Estos eclipses no son comunes porque el plano de la órbita de nuestro planeta en torno del Sol está inclinado respecto del plano de la Luna, y forman un ángulo de cinco grados. Sin embargo, siempre hay una temporada de eclipses cuando la Luna y la Tierra están alineados con el Sol. 

¿Por qué “Luna de Sangre”?

La luz del Sol llega a la atmósfera de la Tierra, que actúa como una lupa que desvía la luz y la manda hasta la Luna. El espesor de la atmósfera terrestre, sumado a partículas de polvo, arena, cenizas volcánicas, entre otros, absorben la luz azul, verde y amarilla del astro rey, pero dejan pasar las tonalidades rojas. Por esta razón, el satélite se vuelve rojo u ocre durante los eclipses de Luna. 

La historia tiene que ver con el rey Herodes, un político romano de Israel en la época de Cristo. Estaba casado con Herodías, que tenía una hija de otro matrimonio llamada Salomé, quien era “muy seductora y de una belleza deslumbrante”. 

Se enamoró de ella y le rogó que le bailara la “Danza de los siete velos”, a lo que Salomé se negó. Le propuso a cambio sus cisnes blancos, joyas, incluso la mitad de su reino, pero ella seguía negándose. 

“Te ofrezco lo que quieras”, le dijo Herodes. Finalmente, Salomé accedió pero le pidió la cabeza de Juan el Bautista. El monarca le ofreció otras cosas, ella no aceptó. Al final lo hizo y mandó cortarle la cabeza, la cual pusieron en una charola de plata para llevársela a ella. 

Ese día hubo un eclipse total de Luna, que particularmente se puso roja. A partir de entonces los eclipses lunares se conocen como “Luna de Sangre”, concluyó la experta universitaria.

Con información de Gaceta UNAM