A los ministros, la huesuda se los llevó
Por Mario A. Medina
Grita la derecha: “A la Constitución la 4T la mató”;
piden que la coloquen en una ofrenda de muertos.
“¡No se equivoquen!, -la catrina les reviró-
mucho antes ustedes, ministros y ministras, y los del PRI y los del PAN, al texto máximo lo habían violado ya,
pero no conforme con esto, como buenos bandoleros, todavía varios tiros le pegaron”.
Sí, moribunda la dejaron…
Y aun “muerta”, si así fuera el caso, las ministras y ministros de la derecha, se ponenen por encima de la misma Constitución cuando tratan de invalidar lo que ya forma parte del máximo texto de nuestro país, y es que la SCJN no tiene facultades expresas para revisarlo.
Es a través de acciones de inconstitucionalidad que pueden hacer la revisión del procedimiento correspondiente. Para ello existen mecanismos de control constitucional, pero no pueden ir más allá; pretenden hacerlo con argumentos políticos que cualquier constitucionalista docto, serio, se espanta. Sus argumentaciones no han sido otra cosa que “chicanas” políticas
Hasta hace unas semanas atrás, descalificaban la Reforma al Poder Judicial a partir de una narrativa propagandística; hablaban de una “aberración” legislativa; hoy el Ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá pide invalidarla parcialmente -por “mesura”-, la reforma que ya es letra constitucional, con lo que, al mismo tiempo, está reconociendo su validez.
El próximo martes, once ministros y ministras debatirán la propuesta de González Alcántara Carrancá para echar atrás algo que, como insisto, ya es letra constitucional y no la pueden borrar o modificar, porque además no son un poder legislativo, tampoco lo pueden hacer porque serían juez y parte.
Se dice que “vuelven a llegar tarde”; efectivamente, lo hacen tarde, porque se saben perdidos; buscan “negociar” y aceptan que es admisible la elección de jueces, magistrados a través del voto popular cuando antes, de manera contundente, “por principios”, argumentaban, “es inadmisible la reforma”
Su actitud es hipócrita y demagógica; no defienden los interéses de la nación como afirman; se retiran de una elección que saben la tienen perdida, pero están claros que es legal y constitucional, independientemente del formato de elección que nos puede gustar o no.
En el fondo, la propuesta de Alcántara Carrancá, está acordada entre el grupo de los ocho, y tiene no sólo el propósito de defender sus privilegios, sus haberes, que les garantiza tranquilidad económica para ellos y ellas, y varias de sus descendencias, también, es claro, empujan hacia una “crisis constitucional”.
Cuando en el sexenio de Enrique Peña Nieto el Congreso aprobó la reforma educativa, la energética y otras más, a pesar de las críticas por ser lesivas para la población y para la nación, la Corte las avaló porque habían sido producto del voto calificado en el Congreso, por lo que fueron constitucionales, idependientemente de que no nos hayan gustado.
Ahora cuando una mayoría calificada que no es la suya, aprueba la reforma, desde la derecha se pretende tirarla porque, argumentan, la reforma fue avalada por “la voluntad de una mayoría sin legitimidad”. Sí, afirman: “una mayoría sin legitimidad”. ¿Qué buscan decir con esto? Aberrante afirmación, sin lugar a dudas; convenenciera, porque en cualquier democracia que se respete, las mayorías tienen legitimidad.
En fin, estamos frente a una “chicana” de la derecha que en muchas partes del subcontinente ha llevado a cabo acciones para impedir que su privilegios se vean perdidos, y por ello son capaces de estirar la liga al máximo-máximo, sin importar las consecuencias políticas, económicas y sociales; no les importa la crísis que puedan provocar. Su propósito es que al girar la pirinola diga: “Toma todo”.
Allí estan las “argumentaciones”, las amenazantes del Ministro en retiro, José Ramón Cossío, vocero de la derecha, quien ha amenazado que pudiera haber un golpe de Estado. Afirma que “el Poder Judicial puede, por sí solo, destituir a la PresidentA, a diputados y a senadores y consignarlos ante un juez por desacato”.
Cuando le preguntaron a Cossío sus entrevistadores, a modo, que si en verdad se podría llegar a ese extremo, ufano ha respondido: “claro, podrían remover y destituir” a la PresidentA, Claudia Sheinbaum, y que ella no tendría que pasar por el desafuero de la Cámara de Diputados, ni por un fiscal: “Los Ministros pueden consignar ante un juez de Distrito a los rebeldes para que el juez les aplique la pena”.
En respuesta, la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero ha señalado que el proyecto del Ministro Alcántara Carrancá “no atiende la procedencia y por lo mismo (su fallo) no tiene que ser acatado en caso de que la Corte lo apruebe”.
Sí, a los ministros de la derecha la historia los juzgará.
¡Válgame Dios! No se han sido capaces de darse cuenta de ello,
que la huesuda está lista para llevárselos a ellas y a ellos.
Y es que siguen pensando que por encima de la Constitución están
Ya verán que la bruja al infierno a chamuscarse se los ha de llevar,
aunque quemados ya están.
Que lo cuenten…
Niegan los magistrados Juan José Olvera López, Julia María del Carmen García y Juan Carlos Ramírez que haya pruebas de corrupción en tribunales federales. No, yo tengo otro Rosario de datos.