Opinión

Los “pluri” del PRIANRD o la aceptación de la derrota

Por Mario A. Medina

Cuando los dirigentes del PRIANPRD, Alejandro, Alito, Moreno; Marko, el gris, Cortés y Jesús, Chucho, Zambrano, junto con Claudio, el Patrón, X. González, se reunieron para determinar quién debería ser el o la candidata de la alianza Va por México, con un paquete de encuestas en mano, tuvieron muy claro quién debería ser su candidata presidencial.

Ni Beatriz Paredes, ni Enrique de la Madrid, tampoco Santiago Creel Miranda, menos José Ángel Gurría, salvo Xóchitl Gálvez, podría competirle a Marcelo Ebrard o a Claudia Sheinbaum, pues la mujer del huipil era un poco más conocida que los otros, amén de contar ciertas simpatías, debido a su personalidad: dicharachera, mal hablada, de que podía conectar con la población, amén de venir de una “familia humilde” de Hidalgo y tener raíces indígenas.

Aparte de esto, de los cuatro posibles, Xóchitl Gálvez es considerada una mujer “manipulable”, fácil de convencer, pero que les posibilitaba tener un mayor número de legisladores en el Senado y en la Cámara de Diputados. Por todo esto el “dedazo” fue a favor de ella.

Alrededor de la “señora X” se ha venido construyendo una narrativa, evidentemente, de que puede ganar; pero sus patrocinadores saben que esto no va a ser posible. Su propósito fundamental es que Morena y sus aliados no alcancen la mayoría calificada en el Congreso para la próxima legislatura.

La cúpula aliancista le ha calentado la cabeza a su candidata Gálvez de que sí es posible la victoria, pero esto contrasta con un hecho, que tanto el gris Cortés, como Alito, Moreno y Chucho Zambrano, ya se apuntaron en los primeros lugares de las listas plurinominales para asegurar, cada uno, un escaño en el Senado de la República, pues saben que Xóchitl nunca va a poder conformar un gabinete presidencial.

¿Xóchitl se dará cuenta que está siendo usada para que ellos se conviertan en los verdaderos ganones, además de que la crema y nata de las dirigencias de los tres partidos, la “nomenklatura” del poder, tiene secuestrados a las tres instituciones políticas, amén de que se les vincula con la llamada “mafia del poder”, con los dueños del dinero en México?, quienes buscan regresen “mejores tiempos”, claro, para ellos.

Priístas, panistas y perredistas saben que es imposible que triunfe la señora del huipil, y por ello quieren aprovechar los espacios donde sí pueden entrar, sin más problemas, al poder legislativo desde las listas plurinominales y, ya, en el Congreso, tratarán de operar para buscar regresar al poder en 2030.

Quienes ya están apuntados, son personajes impresentables que nos recuerdan un pasado ominoso, de “concertacesiones”, de fraudes electorales, de reformas a la constitución para la privatización del país, de ser quienes se opusieron a los aumentos a los salarios mínimos, que desaparecieron las pensiones de las que ya no podrán ser beneficiados los jóvenes de hoy cuando sean adultos mañana. Los recordamos como practicantes de la corrupción. 

Nombres como Francisco García Cabeza de Vaca, Josefina Vázquez Mota, Julen Rementería, Kenia López Rabadán, Germán Martínez Cázares, Margarita Francisco Ramírez Acuña, Enrique Vargas, Lili Téllez, Miguel Ángel Yunes, María Teresa Aranda, Ricardo Anaya ya fueron palomeados por la Comisión Permanente Nacional (CPN) del PAN para llegar al Congreso de la Unión por la vía fácil, la de Representación Proporcional.

Serán una misma bancada, la del PRIANRD, en San Lázaro; también en Insurgentes y Reforma, “litigando” otra vez contra la nación y la población.

Los panistas se juntarán de nuevo con personajes como Manlio Fabio Beltrones; su hija Silvana; Aurelio Nuño, cercano a Enrique Peña Nieto; con la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, su marido, Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila y actual diputado y líder de la bancada tricolor.

Legislarán con Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTM, de negros recuerdos para los trabajadores del país; con Alejandra Del Moral, a quien los mexiquenses no la quisieron como gobernadora o con Juan Carlos Hank Krauss, hijo de Jorge Hank Rhon -dueño de Grupo Caliente y ex alcalde de Tijuana- y nieto del profesor Carlos Hank González, quien acuñó la frase: “un político pobre es un pobre político”, que representa al viejo sistema que buscan regrese al país.

El que esta “nomenklatura” no se haya esperado para formar parte del Gabinete de Xóchitl, y mejor optaron por ir al Congreso, refleja una cosa, la aceptación implícita de que su candidata va ser derrotada por Claudia Sheinbaum, pero también de que Xóchitl sólo les va a servir como papel “pétalo” para limpiarse.

Que no le cuenten…

Son muchos los morenistas de base que están seriamente molestos, y con razón, porque la dirigencia de este partido, incluso con su candidata presidencial, por “no haber entendido lo que le significó a Morena el que hayan llegado al Senado y en cargos de gobierno, personajes como Lili Téllez, Germán Martínez o muchos otros que de la noche a la mañana se convirtieron a la 4T y después despotricaron”. Sobre esto, es la queja de muchos militantes quienes, en sus redes sociales, a diario, se quejan, afirman: “Nos estamos pareciendo al PRD”.      

Y es que en estos tiempos electorales son cientos los priístas y panistas que de la noche a la mañana se “cristianizaron” al morenismo. El problema es que desde la cúpula del partido guinda, ya les dieron el visto bueno a muchos para ser candidatos a diputaciones locales, a presidentes municipales, a síndicos, incluso a dirigir a este partido a diferentes niveles.

“El partido nos quiere imponer personajes que, hasta hace unos meses atrás, incluso semanas, militaban en el PRI y en el PAN”, se quejan y con justa razón.

De seguir así, efectivamente, Morena va que corre a repetir la historia del perredismo. Ni más ni menos.