Opinión

Córdova, Marko, Zambrano, Alito; a oscuritas

Por Mario A. Medina

En aquella marcha del 13 de noviembre, la de “Al INE no se toca”, no fui a marchar sino a reportear, a oír, a escuchar la queja, el malestar de un sector social que se decía agraviado porque la reforma electoral del Presidente Andrés Manuel López Obrador era un “atentado”  a nuestra democracia. 

Encontré enojo, rabia, pero también un gran desconocimiento de esa gente sobre el contenido de la propuesta presidencial, ignorancia. Muchos “cayeron” cuando el periodista de Radio Fórmula, Juan Pablo Becerra Acosta les preguntaba si los ciudadanos deberían votar por los consejeros electorales; sus respuestas eran inmediatas: “Desde luego”. “Claro que sí”. No sabían que eso que reclamaban como un derecho ciudadano, era parte de la propuesta de “López”.

Otros negaban la corrupción de la institución y que hubiera contubernio entre Córdova y dirigentes de los partidos políticos. 

En el “Martes del Jaguar”, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores difundió conversaciones en distintas fechasde 2021 ente los líderes del PRI, PAN y PRD, Alejandro Moreno Cárdenas, Marko, el gris, Cortés y Jesús Zambrano donde acordaron reunirse con el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello en casa de Edmundo Jacobo, Secretario Ejecutivo del órgano electoral. El encuentro, comentaban, “podría ser el 1 o el 3 de marzo”.

Además de encontrase con éste, también convinieron reunirse con cinco magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Los chats exhibidos por la gobernadora corresponden al 19, 20, 23 y 25 de febrero; 5 de marzo; 6 y 7 de abril. Alito les proponía lo acompañaran a la toma de protesta del candidato a gobernador de su partido en Campeche, y que “era muy importante” que estuvieran los tres. 

El priista les advertía que se debería de tomar una decisión en el tema de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), porque “sería verdaderamente grave que Morena quisiera quitar al que está y poner un incondicional, hay que discutir y platicar eso, es muy importante porque si va a poner a alguien va a estar la persecución para todos”, mientras que Marko, el gris Cortés, reaccionaba con un: “Por supuesto, hay que cerrar filas con él”.

El 5 de marzo, Marko, el gris, Cortés, escribió en el chat entre los tres: “amigos, les recuerdo que mañana martes tenemos reunión 19:30 horas con varios magistrados electorales para ver lo de su representación”.

Para abril, Jesús Zambrano le explicaba a Marco, el gris, Cortés, que una comisión de observadores electorales de la OEA deseaban tener un encuentro con los tres representantes de “Va por México”, y que estos observadores eran muy importantes, “Me lo mandó Manuel Carrillo del INE en seguimiento a lo que habíamos visto y están viendo en la OEA”, señalaba el perredista.

Si bien, desde luego, no se tiene información si aquellas reuniones se realizaron y cuáles temas se tocaron, el encuentro que sí difundieron ellos mismos a través de sus cuentas de twitter, fue el que tuvieron los dirigentes partidistas con el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para denunciar lo que llamaron unas “narcoelecciones”, debido a la supuesta intervención del crimen organizado en las elecciones el 6 de junio. La reunión en Washington fue promovida por Manuel Carrillo Poblano, director de asuntos internacionales del INE.

Grave y anti democrático fue que en la casa del mismo secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, se hayan reunido los tres dirigente partidistas, dos meses antes de las elecciones intermedias del 2021 para encontrarse con Lorenzo Córdova, es decir con el árbitro electoral, al que en la manifestación del 13 de noviembre, los marchistas rosas presumían, “es imparcial”.

¿Qué acordaron?, ¿qué negociaron?, ¿qué previeron? Quién sabe. Pero sería importante que, sin apasionamientos,  aquellos que reclamaban democracia y demandan que al INE no se le debe de tocar, conozcan estos chats, porque es inaudito que Córdova, Marco, el gris Cortés y Zambrano, además, con cinco magistrados electorales se hayan visto a oscuritas. 

Bien, como se preguntaron “Los Periodistas”, Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela: ¿Qué no es el Consejo General del INE donde está la representación de los partidos políticos y de sus grupos parlamentarios el espacio (público) para discutir lo que sea? ¿Por qué en un domicilio particular a ocultas? 

Aquellas reuniones con Córdova y Almagro, no se les pueden calificar menos que de facciosas, que nos hace recordar la Decena Trágica de febrero​ de 1913 para derrocar a Francisco I. Madero de la presidencia de México. Victoriano Huerta firmó el “Pacto de la Embajada”, en el que el embajador de EU en México, Henry Lane Wilson, tuvo un papel fundamental para a aquella desgracia para el país.

Qué dirán esos vestidos de rosa que marcharon al monumento a la Revolución, aquellos que escucharon al ex consejero presidente del IFE, José Woldenberg decir que “el problema mayúsculo” es que “se quiere destruir (al INE) desde el gobierno”. Aquellos vestidos de rosa le aplaudieron cuando habló de “…imparcialidad de los funcionarios profesionales…”.

De ese encuentro que difundió Layda Sansores,  de los chats entre Marko, el gris Cortés, Zambrano y Moreno en esos chats, han mostrado su “calidad falsaria”, y más cuando gritan: “¡Al ladrón, al ladrón”!, pero transan y acuerdan en secreto, en lo oscurito con el árbitro, con Lorenzo Córdova y con los magistrados electorales.   

Evidentemente, de ese encuentro, el INE no dio cuenta. Ninguno de los tres ha desmentido que la reunión sí se llevó a cabo; no la han negado ni el secretario ejecutivo ni Lorenzo Córdova. 

Por cierto, los “analistas” que en los medios que en estas últimas semanas se sumaron al “INE no se toca” y lo llaman “instrumento democrático”,  callan; guardan silencio, no tocan el tema. ¡Bravo por esta prensa libre!

*Que no le cuenten…

Por más que lo nieguen, son conocidos como los “Reyes del Moche”. Hasta entre ellos mismos se acusan. Margarita Zavala llegó a decir de Ricardo Anaya: “Representa la política de los moches”. A Jorge Romero lo identificó como “dueño de Benito Juárez”. Entre ellos se solapan, se han pasado la estafeta de la transa. Christian von Roehrich la tomó. Defraudó a  muchas familias que se compraron un departamento defectuoso; quebrantó con 207 millones al erario. Estos benitojuarensez los acusan, no sólo la PGJCDMX. 

Se victimizan. “Persecución política”, vociferan Santiago Creel y Marko, el gris Cortés. ¡Que los compre quien no los conoce!