El rumor como estrategia golpista
Por Mario A. Medina
El rumor es un mecanismo utilizado para golpear al contrario, al enemigo. Es aconsejado en los llamados “cuartos de guerra”, instancias a las que acuden, políticos, gobiernos, empresarios.
Pero, ¿qué es un es el cuarto de guerra? Se puede decir que es un “espacio situacional”, donde se toman decisiones de tipo político, logístico, financiero, acciones de gobierno, a partir de un análisis por parte de un reducido grupo de “especialistas” conocedores de la materia quienes proponen políticas a seguir en mercadotecnia, electoral o acciones para desprestigiar al opositor, al enemigo.
Durante la administración de Luis Echeverría, la derecha mexicana, empresarios del Grupo Monterrey, el PAN, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación(MURO) hicieron del rumor su instrumento golpeador; su finalidad era “causar miedo y confusión entre la población para así mermar la credibilidad del gobierno”.
Pero, ¿por qué estos grupos se sentían afectados en sus intereses y privilegios?, porque a Echeverría lo consideraban un presidente de izquierda, que los fastidiaba; según ellos, el gobierno favorecía a la clase trabajadora, y porque la política económica del presidente, según ellos, era contraria a su proyecto.
En aquel momento, circularon noticias falsas, por ejemplo, un supuesto racionamiento de alimentos, versión que organizaciones conservadoras reprodujeron porque aseguraban, el país iba rumbo al comunismo. El diario El Porvenir de Monterrey, publicó varias noticias relacionadas con el racionamiento de comida en Chile y Cuba a lo largo de 1972; anunciaban supuesto racionamiento de gasolinas.
Tal vez el rumor que más se recuerda y que tuvo un importante efecto entre la población fue el de la “vacuna esterilizadora” que en octubre de 1974 se empezó a propagar de voz en voz. “Se está aplicando en las escuelas públicas a niños y niñas”, se aseguraba, “para no poder tener hijos cuando estén mayores”. Desde luego generó enojo y miedoentre la población.
En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el rumor ha sido una práctica de la derechapara descalificar a su gobierno; ahora circulan más rápido y fácilmente gracias de las redes sociales.
En estos últimos días, al menos en dos estados del país, se ha conocido de un extraño caso de intoxicación de estudiantes en escuelas secundarias en los municipios de Bochil, Tapachula, Tuxtla, Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas enel estado de Chipas y en Álamo Tamapache en Veracruz.
Algunos medios han asegurado que los jóvenes se intoxicaron porque bebieron agua o consumieron alimentos con algún tipo de droga; se ha dicho, era cocaína, por lo que presuntamente presentaron síntomas estomacales, vómitos y convulsiones.
Sin embargo el resultado de las primeras pruebas toxicológicas dieron negativo a la ingesta de alguna droga, y es entendible la “alarma” de los padres de familia de que sus hijos pudieran haber consumido alguna tipo de droga, cocaína, marihuana, fentanilo, anfetaminas, metanfetaminas, opiáceos u otro producto para hacerlos adictos, más, cuando desde los noticieros se sugiere que tales hechos pudieran ser ciertos, lo que crea sicosis y se acepta como verdad.
Si partimos no sólo de los exámenes que se les aplicó a los estudiantes, en los que no se encontró nada que haya sido la causa de una supuesta intoxicación por alguna droga, y los jóvenes que dijeron sentirse mal (con vómito, dolores estomacales, mareos), al final no tuvieron nada.
Lo que pudieron haber presentado fue lo que se conoce como somatización, “trastorno mental que se caracteriza por magnificar la gravedad de una enfermedad, a pesar de contar con evidencia clínica de su inexistencia”.
Llama la atención de cómo esta información se propagó ampliamente como un hecho de que los jóvenes fueron objeto a propósito de una intoxicación por drogas, y se insistía que eso ocurrió a pesar de que, como ya señalaba, los menores no presentaron ningún reacción que tuvieran que ver por efectos de drogas; las pruebas mostraron que no hubo tal daño.
El libro, Psicología del Rumor, escrito por Gordon Allport y Leo Postman en 1953, señala que “el rumor es un problema social y psicológico” que se torna riesgoso, pues se genera información falsa que se trasmite por distintas formas; hoy,no sólo por los medios de comunicación “convencionales”,también por las redes sociales que deforman un hecho que pudo ser menor, un mal estomacal, por ejemplo, pero que al final se convierte en una “verdad”, “intoxicación por drogas en el agua”.
“El rumor ha servido y sirve para quitarle legitimidad y poner en duda la veracidad”, según la mexicana Margarita Zires, licenciada en Ciencias y Técnicas de la Información, quien ha analizado los fenómenos del rumor.
Cuando el rumor de la esterilización en los setenta y ahora la “intoxicación por drogas en el agua”, alimentan el fenómeno con miedos, emociones, ansiedades, enojos, y con tantas toneladas de información falsa, no es descartable que estemos ante el rumor más como una estrategia golpista, al menos para descalificar.
Que no le cuenten…
Durante los encuentros “Diálogos por México” del PRI, una especie de pasarela de quienes aspiran a ser candidatos presidenciales de este partido en el 2024, Beatriz Paredes dijo: “Yo no puedo negar lo que soy, soy una militante que viene desde la base, que he tenido oportunidades con la bandería y la convocatoria de nuestro partido; no me respalda ningún grupo de interés, ni intereses oscuros, y ningún magnate o potentado”. Además de ella otros quieren ser: Enrique de la Madrid, Claudia Ruiz-Massieu, José Ángel Gurría, Ildefonso Guajardo Villarreal, Alejandro Murat, Miguel Riquelme.
El problema de ella y del resto de los aspirantes priístas que quieren ser también del PAN y del PRD, es que todos sabemos que sí los respalda algún o muchos grupos de interés, que detrás de ellos hay intereses oscuros, además de uno o muchos magnates o potentados. La verdad, la verdad, no se les puede creer que son puros y santos.