Opinión

PRI, 92 aniversario y su “herencia maldita”

Por Mario A. Medina

Este jueves 4 de marzo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cumplió 92 años desde su fundación por el Presidente Plutarco Elías Calles. Su objetivo fue calmar los ánimos de las fuerzas revolucionarias, pero particularmente unificarlos  y lograr “una disciplina de sostén al orden legal”.

Tras de aquel momento, primero el PNR, luego el PRM y después el PRI fue evolucionando bajo los principios de la revolución mexicana que dio vida al llamado “nacionalismo revolucionario”, incluso en algunos momentos se le catalogó como un partido de izquierda, por ejemplo con el Presidente Lázaro Cárdenas del Río y con Adolfo López Mateos.

Fue con Miguel de la Madrid cuando el PRI pasó a ser identificado como derecha bajo las órdenes del sistema neoliberal. Fue el tiempo que se conoció del “noviazgo” entre el partido tricolor con el neoliberalismo y fue con Carlos Salinas de Gortari cuando el matrimonio se concretó. 

Fue el tiempo en que se dejó de promover el respeto, el amor a la patria, el amor a México y se empezó a infundir los “valores” de las leyes de mercado que, se presumía, nos estaban llevando a dejar de ser un país “tercermundista” y formar parte del sector selecto de los países del “primer mundo”. 

Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari en el 90 aniversario del PRI dijo: “Representamos la convicción de que se puede hacer justicia social sin coartar el libre mercado, ni esperar que éste resuelva las desigualdades”. Los hechos han demostrado que con el libre mercado no se hizo justicia social, pero sí se benefició y se hizo mucho pero mucho más ricos a los empresarios potentados y más jodidos a los jodidos. De 1988 a 1994, México pasó de tener una familia de multimillonaria a sumar  24”, según la revista Forbes.

Sí, el PRI, como todas las organizaciones políticas tiene claro oscuros. El PRI no ha sido la excepción, pero lamentablemente, se convirtió en el ariete para golpear a la población de la que se burló, a pesar de sus bondades paraaceptar de manera obligada, ser su reserva nacional de votos, para que los “ganadores” fueran otros, los funcionarios priístas, los gobernadores priístas que se enriquecieron a manos llenas de manera escandalosa y, desde luego, un selecto grupo de empresarios nacionales y extranjeros. 

Al cumplirse su 92 aniversario el PRI, congruente con su presente, se ha aliado con su “enemigo histórico”, pero también su “gran aliado” desde 1988, pacto acordado entre el ahora twittero Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas de Gortari, sumándose a la alianza con la derecha empresarial, quienes juntos, en 36 años, convirtieron a México en su gran botín. Robaron lo que quisieron pero también reformaron las leyes para despojar, sustraer, desfalcar, desvalijar al país, pero, eso sí, “legalmente”. 

Hoy protestan porque se han aprobado diversas reformas que echan atrás la legalidad, su legalidad  que juntos idearon, inventaron, confabularon que tenía como principio aquella frase francesa laissez faire, laissez passer, dejar hacer, dejar pasar que tenía que ver la libertad individual de elección y acción; “una doctrina que se opone a la injerencia gubernamental”. “¡Viva el libre mercado!”, proclamanjuntos. Esa frase la transformaron en un axioma mafioso y es por ello que en confraternidad desde las cámaras de diputados y senadores, y desde donde pueden levantan la voz: “La 4T nos está llevando al desastre”, “nos vemos en la SCJN”.

Es en este mismo sentido va el principio que recién anunciaron gobernadores aliancistas, por su puesto del PRI, PAN y PRD en su defensa del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Por su puesto como una “hermandad” de familias poderosas, al mejor estilo de las mafias del alcohol y las drogas: “Hoy por ti, mañana por mí”.   

El año pasado en el 91 aniversario de este partido, la ex dirigente nacional priísta Beatriz Paredes dijo bien: “el PRI está en una etapa de confusión; traen perdida la brújula ideológica”. Efectivamente. Un partido que durante muchos años, a pesar de muchas raterías y desaciertos, tuvo dirigentes visionarios que permitieron avances sociales importantísimos para el país. Hoy pugnan por los avances personales y de sus socios nacionales y extranjeros. Para la población, para el pueblo, una frase vacía: “Lo mejor del PRI, siempre será su militancia”.

Pero lamentablemente cuando se concretó el matrimonio neoliberal que festejó el grupo Bilderberg, los llamados “dueños del mundo”, el PRI renunció a sus principios e ideología. Era ya, leña de otro hogar, por eso se equivoca Beatriz Paredes cuando acusa a Morena de usurpar la ideología del PRI. Si se refiere a la que tiene que ver con el “nacionalismo revolucionario”, probablemente.

Si se refiere a la actual, en lo absoluto, nada que ver. Morena está alejado de ese proyecto, aunque lamentablemente hoy, muchos de quienes militan en este partido fundado por Andrés Manuel López Obrador y que llegaron del PRI, son un legado peligroso como el mismo gen que traen muchosdesde la izquierda. Es una “herencia maldita” que lamentablemente le fue inoculada a Morena. ¿Qué se puede hacer?    

Que no le cuenten

“Ya caí” me dijo un amigo que me llamó a mi celular. “¡Hijos de la chingada!” expresó airado, y siguió: “Es una rata, pinche Felipe Calderón y yo que no creía que fuera cierto”. Claro, se refería al “contrato leonino” por 5 mil 200 millones de dólares que en 2010 la administración de Fecal favoreció a la empresa Braskem-Idesa, filial de Odebrecht, sí la misma que es famosa por sobornar a todo mundo en México y en América Latina. Siguió mi cuate: “Ahora entiendo por qué ponen el grito en el cielo con las reformas de la 4T; el negocio se los tiraron, eso sí es traición a la patria”, pero al mismo tiempo lanzó una pregunta al aire. ¿Cuándo jijos este pinche Calderón y el Peña van a pisar la Cárcel?